El método Endobarrier
permite al 87% de los pacientes con diabetes tipo 2 mejorar sus niveles de
glucosa en sangre y bajar un promedio de casi el 20% su peso corporal
La obesidad se ha
convertido en un grave problema de salud a nivel mundial, derivando en una de
las principales causas de mortalidad en las sociedades desarrolladas. Además,
suele presentarse asociada a otro tipo de dolencias que agravan aún más la
situación, como es el caso de la diabetes, enfermedad muy prevalente que sufre
ya cerca del 14% de la población adulta española según el último estudio
promovido por la Sociedad Nacional de Diabetes (SED).
Esta relación entre
obesidad y diabetes tipo 2 ha sido confirmada en diferentes estudios,
demostrando que el desarrollo de la diabetes se asocia no sólo con la obesidad,
sino también con el aumento de peso y la duración de la obesidad. Así, la
obesidad incrementa los trastornos metabólicos que se asocian con la diabetes
tipo 2, y aumenta de manera significativa la morbilidad y mortalidad. Para
combatir estos problemas existen diversas soluciones, entre las que cabe
destacar el novedoso método EndoBarrier, un tratamiento no quirúrgico y no
farmacológico aplicado por el Instituto de Obesidad y que permite controlar
tanto la diabetes tipo 2 como el exceso de
peso.
Esta nueva técnica se
basa en la inserción de una funda dentro de la primera parte del intestino delgado. La intervención, dada su sencillez, se puede realizar
de manera ambulatoria con una duración de una hora. De este modo se reduce la
mortalidad de la cirugía de la diabetes.
Con la implantación
del EndoBarrier, el paciente obtiene una mejora inmediata de la glucosa en
sangre, sintiendo menos hambre y logrando una mayor satisfacción durante más
tiempo después de comer.
Una vez implantado el
EndoBarrier, los pacientes experimentan los resultados casi de inmediato,
comenzando a perder peso en las primeras dos semanas después de su colocación.
Al mismo tiempo, se configura como una técnica reversible que no altera la anatomía del paciente de modo permanente,
retirándose al final del periodo de tratamiento, que tiene una duración
aproximada de 12 meses. La extracción se realiza, también, a través de endoscopia.
El Instituto de Obesidad realizó
los primeros casos de implantación de Endobarrier en el mes de Junio de 2013. A
los seis meses del inicio del tratamiento los pacientes han experimentado una
pérdida aproximada de 20 kg, sin presentar ninguna complicación ni molestias.
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