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06 February 2013

Radiocirugía contra el cáncer



Las estimaciones de la OMS sobre el incremento de la incidencia y prevalencia del cáncer en los próximos años sugieren la necesidad de una actualización formativa de los profesionales médicos en el diagnóstico y la extirpación de tumores.
La cirugía radioguiada es, a día de hoy, una técnica arraigada en la práctica clínica para la extirpación de un tejido patológico concreto, ya sea con finalidad diagnóstica o terapéutica. También denominada cirugía radiodirigida, este tipo de intervención se basa en la utilización de radiofármacos, administrados al paciente previamente o durante el acto quirúrgico, que se acumulan de manera selectiva en el órgano o tejido afectado y son detectados mediante un equipo de localización de radiación gamma (como sondas gamma o gammacámaras).

Los radiofármacos son fármacos radioactivos que se componen de una molécula específica que determina la ruta metabólica (fármaco transportador) y un isótopo radioactivo que permite visualizar desde el exterior la distribución del radiofármaco dentro del organismo. Una vez administrada, generalmente por vía intravenosa, esta sustancia traza el camino hasta el órgano o tejido patológico y, utilizando un aparato detector de radiación gamma, puede ser visualizado desde el exterior. Así, se obtienen imágenes funcionales y moleculares que se almacenan digitalmente y muestran el funcionamiento de los órganos y tejidos explorados o alteraciones de los mismos a nivel molecular.

La aplicación médica de esta tecnología es muy amplia. Se utiliza, principalmente, para la biopsia del ganglio linfático centinela con finalidad diagnóstica en los casos de cáncer, especialmente en el tumor mamario y en el melanoma cutáneo, con el objetivo de determinar si la enfermedad se ha extendido a otros tejidos (metástasis). Los ganglios linfáticos centinelas son los primeros ganglios a los que es probable que el cáncer se extienda desde el tumor primario y su examen permite determinar la presencia o no de células cancerosas en los mismos y, por tanto, si ha ocurrido o no metástasis. Los ganglios no afectados se dejan para que realicen su función de drenaje de líquidos.

Otros usos de esta técnica los encontramos en el diagnóstico de tumores neuroendocrinos, de pulmón, de cabeza y cuello y del tracto intestinal, entre otros, además de su aplicación terapéutica en los casos de patologías tiroideas o cuando es necesario extirpar un tejido concreto.

La cirugía radioguiada posee ventajas contundentes con respecto a otras técnicas de cirugía no guiada: es un método rápido y fácil de efectuar, incrementa considerablemente la certeza quirúrgica (el trazado con radiofármacos es muy preciso) porque marca la zona exacta del tejido a extirpar, reduce el tiempo de operación, permite la utilización de anestesia local, reduce la morbilidad posquirúrgica, ahorra costes y es menos invasiva que otros métodos quirúrgicos[1].

Estas técnicas de intervención y diagnóstico precisan especialistas de diversas especialidades médicas en función de la patología a tratar. No obstante, la radiocirugía se encuentra en el centro de dos ramas de la Medicina, la Cirugía y la Medicina Nuclear, por lo que cualquier intervención requerirá, al menos, a profesionales de estos dos ámbitos sanitarios. Se trata, pues, de un trabajo en equipo que precisa colaboración y coordinación óptimas de las especialidades implicadas en cada caso.

Aunque la cirugía radiodirigida comenzó a desarrollarse hace unos 60 años[2], se viene utilizando de forma rutinaria desde hace más de una década[3]. En la actualidad, es cada vez más frecuente el empleo de estrategias de radiocirugía para el diagnóstico de tumores (identificación del tejido canceroso y posterior extirpación del mismo) ya que, como se ha indicado anteriormente, posibilitan la visualización del órgano o tejido con células malignas de manera muy precisa.

Teniendo en cuenta que el cáncer constituye hoy en día la segunda causa de muerte por enfermedades no transmisibles (ENT) –en concreto, supone el 21% de los fallecimientos a nivel mundial[4]– la cirugía radioguiada adquiere en el entorno de la medicina oncológica una gran relevancia, tanto para determinar la gravedad del tumor como para extirpar la zona afectada. En el año 2007 esta enfermedad causó más de 7 millones de defunciones[5]y se prevé que la cifra se siga incrementando hasta alcanzar los 13,1 millones en el año 2030[6].

Entre los diferentes tipos de cáncer, el de mama es el más frecuente entre las mujeres de todo el mundo[7]. Representa, de hecho, el 16% de todos los cánceres femeninos[8]y constituye la principal patología a la que se aplica la radiocirugía.

Ante este panorama parece lógico pensar que durante los próximos años se requerirán cada vez más profesionales sanitarios de diversos ámbitos que convergen en la oncología, tales como la Cirugía General, la Medicina Nuclear y la Radiología, entre otros. Nos encontramos, pues, ante un futuro próximo de auge de las técnicas de diagnóstico neoplásico en general, y de radiocirugía en particular, por constituir uno de los métodos más efectivos para el diagnóstico del cáncer y la extirpación de tejido maligno.

Por este motivo, el Instituto de Posgrado para Estudios de Medicina y Salud(IPEM) pone a disposición de los especialistas médicos interesados el curso de Enfoques metodológicos y clínicos de la cirugía radioguiada, que ofrece al profesional sanitario los últimos avances con respecto al mapa linfático y a la biopsia del ganglio centinela y le proporciona una revisión actualizada de las experiencias más novedosas y la bibliografía sobre otras aplicaciones de la cirugía radiodirigida.

El curso comienza el 10 de febrero y tiene una duración de 40 horas en la modalidad online. Tras su finalización, el alumno recibirá un diploma emitido por IPEM que acreditará su formación en el ámbito de la cirugía radiodirigida.

Siguiendo la filosofía de IPEM, los médicos que realicen este curso recibirán una formación de calidad creada por un comité científico de reconocidos especialistas y avalada por la Sociedad Española de Medicina Nuclear e Imagen Molecular(SEMNIM), una sociedad científica de alto prestigio que promueve la investigación y la aplicación de la energía nuclear en el campo de la Medicina.

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