El Gran Bilbao ha reducido a más de la mitad en casi 40 años sus niveles de óxido de azufre (SO2) del aire. Ha pasado de rondar de forma puntual los 400 microgramos de dióxido de azufre por metro cúbico en 1976, que era el límite diario admisible según la normativa de la época, a valores muy por debajo de los 125 microgramos/m3 en la actualidad (promedio diario admisible vigente).
Estos datos y valoraciones forman parte de la conferencia “Desde el estuario del Nervión contaminado de 1977 a la respirable ría de Bilbao del siglo XXI”, que tendrá lugar hoy, miércoles 13 de febrero, en el Ilustre Colegio de Abogados de Bizkaia a las 19.00 horas.
La cita se enmarca en la XL Semana de Actividades Humanísticas que la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao celebra en la capital vizcaína hasta este viernes, 15 de febrero.
La conferencia será ofrecida por Marivi Albizu, responsable de la Red de Control y Vigilancia de la Calidad del Aire de la Comunidad Autónoma del País Vasco, quien ha hecho un repaso del fuerte cambio medioambiental que se ha producido en Bilbao desde finales de la época de los 70 hasta nuestros días.
En primer lugar, la experta ha explicado que la normativa vigente en 1976 era el Real Decreto 833/1975 del 6 de febrero que establecía como límite diario admisible para el SO2 (dióxido de azufre) 400 microgramos/m3, y ha detallado que actualmente la normativa vigente el RD 102/2011 de 28 de enero establece como promedio diario admisible para el SO2 ,125 microgramos /m3.
“Es muy raro hoy día alcanzar este valor, incluso puntualmente como valor horario en las estaciones de control de calidad del aire de la Ría de Bilbao”, ha manifestado.
Asimismo, ha indicado que el dióxido de azufre era el principal causante de la lluvia ácida en aquella época de contaminación extrema, ya que en la atmósfera se transforma en ácido sulfúrico. Sin embargo, ha aseverado que “hoy es impensable salvo que en determinadas situaciones meteorológicas nos llegue trasportado de otros lugares”, lo que se conoce como ‘contaminación transfrontera’.
En este sentido, Albizu ha recordado cómo la capital vizcaína y el Gran Bilbao concentraban un fuerte tejido industrial que afectó de manera excesiva al medioambiente por los altos niveles de contaminación que se generaban.
La concentración de SO2 en la atmósfera de las grandes ciudades era un problema muy grave hacia 1970. Bilbao y su área metropolitana superaban la media anual de 150 microgramos de SO2 por metro cúbico de aire en 1976 como promedio anual en algunos puntos.
“Las instituciones eran conscientes de que Bilbao y las localidades de su alrededor tenían un serio problema que erradicar y se pusieron manos a la obra”, ha explicado la experta, quién, a este respecto, ha recordado cómo se creó la Red Automática para el Control y Vigilancia de la Calidad del Aire en 1975.
La entonces Corporación Administrativa Gran Bilbao, la Universidad Autónoma de Madrid (U.A.M.) y el Instituto Nacional de Meteorología (I.N.M) pusieron en marcha la primera Red Automática para el Control y Vigilancia de la Calidad del Aire en el Gran Bilbao, siendo la primera a nivel nacional y pionera en Europa.
De esta forma, la experta se ha congratulado porque “se ha hecho un gran trabajo medioambiental”. “Sus resultados se vieron de manera efectiva cuando mediante el RD 42/2000 de 7 de marzo cesó la Declaración dada en 1977. No obstante el trabajo medioambiental ha continuado y se ha llegado a la Ría de Bilbao y entorno del que hoy disfrutamos”.
Por último, ha hecho un especial hincapié en que “no hay que bajar la guardia y seguir apostando por una sociedad sostenible”. Así, ha abogado por la combinación de modos de transporte en los desplazamientos para “erradicar, aún más, la emisión de gases contaminantes que, unido con una mayor conciencia sobre el medioambiente, harán de Bilbao y su entorno una ciudad aún mejor”.
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