El doctor Sergio Giménez, médico de Familia y coordinador
de Grupo de Trabajo de Aparato Locomotor de la Sociedad Española de Médicos de
Atención Primaria (Semergen), ha subrayado este jueves que la artrosis es una
enfermedad que tiene mayor prevalencia en la mujer, llegando, incluso, a
duplicar la cifra en comparación con el sexo masculino. No obstante, este
comportamiento tiende a igualarse a partir de los 80 años.
“Indiscutiblemente tiene mayor prevalencia
en la mujer”, ha precisado Giménez, quien ha participado en la jornada ‘El consejo farmacéutico al paciente
artrósico’, que se ha celebrado en el hotel NH Málaga. El objetivo de
este encuentro ha sido proporcionar formación e información sobre este tipo de
pacientes al farmacéutico, dado el importante papel que desempeñan en la detección, control y seguimiento de los
mismos.
El presidente del Colegio Oficial de
Farmacéuticos de Málaga, Javier Tudela, ha sido el encargado de abrir este
acto, en el que también ha participado el secretario del órgano colegial,
Enrique López de Vinuesa, quien ha tratado el papel de la atención farmacéutica
en artrosis.
Por su parte, Alicia Maldonado, de
la unidad de soporte farmacéutico de Bioibérica Farma, ha hecho una breve
presentación de la compañía, una empresa biotecnológica española especialista
en artrosis y que proporciona a los profesionales de la salud las
herramientas y los conocimientos necesarios para el cuidado de sus pacientes.
Numerosos ensayos clínicos publicados, proyectos de investigación activos, el
reconocimiento de las diferentes sociedades científicas y médicas y la edición
de publicaciones especializadas en condroprotección avalan el liderazgo de
Bioibérica en este campo.
LA ARTROSIS Y SUS CARACTERÍSTICAS
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la artrosis afecta al 9,6
por ciento de los hombres y al 18 por ciento de las mujeres mayores de 60 años.
Se prevé que el aumento de la esperanza de vida y el envejecimiento de la
población harán de la osteoartrosis la cuarta causa de discapacidad en el año
2020.
La artrosis más prevalente es la de rodilla.
De este modo, el estudio EPISER 2000 estima que, en población adulta, la
prevalencia conjunta de artrosis sintomática de rodilla y manos es del 16,4 por
ciento, y la mayor prevalencia se halla en personas de 70 a 79 años.
A juicio de Giménez, la
definición de artrosis debe incluir tres aspectos fundamentales como son
inflación, enfermedad crónica y afectación de toda la articulación, no sólo del
cartílago, pues éste es un concepto erróneo.
En este
sentido, ha precisado que, a pesar de que la artrosis siempre se ha
caracterizado como una enfermedad degenerativa, los anglosajones la denominan osteoartritis
y “cuando hablamos de osteoartritis estamos hablando de inflación”. De hecho, ha
añadido, se ha podido demostrar que hay inflación.
Los
principales síntomas de esta enfermedad son dolor, rigidez matutina, deformidad
e inestabilidad articular y limitación de los movimientos. La incapacidad
funcional constituye la etapa final del proceso artrósico y conlleva una
situación de dependencia con aislamiento, depresión y frustración del paciente.
TRATAMIENTO
También, ha
apuntado Giménez, hay que tener en cuenta, aunque “a veces no lo tenemos”, que
la artrosis es una enfermedad crónica que puede debutar a los 45 años y durar
hasta los 90 años. Por tanto, es necesario enfocar un tratamiento crónico, no sólo
para determinadas fases de la enfermedad.
Y es que,
en algunas ocasiones, la artrosis es tratada de forma aguda y se manda al paciente
un determinado fármaco para varios días, cuando en realidad lo idóneo es
tratarlos para toda la vida. En este punto, ha indicado que, a veces, los
facultativos piensan que son dolencias propias de la edad y “dejamos al
paciente que evolucione sin tocarlo, sin aconsejarle, y los pacientes están
sufriendo”. Por ello, ha continuado, hay que mentalizar al médico de que es un
paciente que hay que seguir y hay que tratar.
Del mismo
modo, se requiere de fármacos que actúen durante tiempo prolongado y no ocasione
efectos secundarios, ha precisado el doctor, quien ha hecho hincapié en la doble visión con
la que se debe abordar la farmacología: primero, tratando los síntomas y,
segundo, frenando la enfermedad.
No
obstante, ha enfatizado, “no podemos concebir mandar fármacos al paciente sin
darle consejos no farmacológicos, y
viceversa”. Para Giménez, el tratamiento debe ser tanto farmacológico como no farmacológico,
es decir, que además de la medicación necesaria hay que llevar a cabo una serie
de medidas (ejercicio, pérdida de peso, una dieta adecuada) para actuar sobre
los factores de riesgo. Asimismo, el tratamiento debe ser individualizado y
multidisciplinar.
Durante su
ponencia en esta jornada, Giménez también ha abordado el impacto asistencial de
la enfermedad, pero no sólo a nivel médico, sino desde las además desde las oficinas
de farmacias. Y es que, según ha precisado, hay un tanto por ciento muy elevado
de pacientes que van directamente a las boticas debido a los dolores
articulares que presentan. Por tanto, este impacto asistencial, de calidad de
vida, de prevalencia es muy importante, ha concluido.
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