La muerte digna y los cuidados paliativos son conceptos que llevan años debatiéndose en la ciencia y en la sociedad pero sobre los que todavía no hay un consenso claro ni se aplican igual en todos los hospitales ni en todos los países. Con motivo del Día Mundial de estos Cuidados Paliativos, varias organizaciones y un especial de la revista 'The Lancet' tratan de arrojar un poco de luz sobre el tema.
Uno de los artículos de la publicación científica, firmado por J. Randall Curtis, de la Sociedad Torácica Americana, indica que las razones que explican la diferencia a la hora de aplicar estos cuidados son religiosas, culturales y legislativas, aunque reconoce que la creencia personal del médico ante la muerte también influye. En un estudio realizado en 37 Unidades de Cuidados Intensivos de 17 países europeos, las decisiones sobre el final de la vida de un paciente se discutían con los familiares de forma más frecuente en Europa del Norte (84%) y central (66%) que en el sur del continente (47%).
En cuanto a la religión, otra investigación muestra que los médicos judíos, griegos ortodoxos o musulmanes son más propensos a mantener el tratamiento de un paciente terminal (en el 81%, 78% y 63%, respectivamente) que si son católicos, protestantes o no tienen afiliación religiosa. La falta de unas guías definitivas que ayuden a actuar en esta fase de la vida complica más la situación.
La Sociedad Española de Cuidados Paliativos (Secpal) ha denunciado que la mitad de los enfermos terminales, unos 125.000 cada año, no recibe la asistencia necesaria. Asimismo, pide a las universidades que incorporen la medicina paliativa a los estudios de grado para paliar la actual carencia de especialistas en esta materia. "Nadie duda sobre la necesidad de aprender a asistir un alumbramiento en el periodo formativo de los profesionales sanitarios, y así se hace, pero son todavía excepcionales las facultades que enseñan a acompañar y atender a un moribundo", manifiesta Javier Rocafort, presidente de la Secpal.
Uno de los artículos de la publicación científica, firmado por J. Randall Curtis, de la Sociedad Torácica Americana, indica que las razones que explican la diferencia a la hora de aplicar estos cuidados son religiosas, culturales y legislativas, aunque reconoce que la creencia personal del médico ante la muerte también influye. En un estudio realizado en 37 Unidades de Cuidados Intensivos de 17 países europeos, las decisiones sobre el final de la vida de un paciente se discutían con los familiares de forma más frecuente en Europa del Norte (84%) y central (66%) que en el sur del continente (47%).
En cuanto a la religión, otra investigación muestra que los médicos judíos, griegos ortodoxos o musulmanes son más propensos a mantener el tratamiento de un paciente terminal (en el 81%, 78% y 63%, respectivamente) que si son católicos, protestantes o no tienen afiliación religiosa. La falta de unas guías definitivas que ayuden a actuar en esta fase de la vida complica más la situación.
La Sociedad Española de Cuidados Paliativos (Secpal) ha denunciado que la mitad de los enfermos terminales, unos 125.000 cada año, no recibe la asistencia necesaria. Asimismo, pide a las universidades que incorporen la medicina paliativa a los estudios de grado para paliar la actual carencia de especialistas en esta materia. "Nadie duda sobre la necesidad de aprender a asistir un alumbramiento en el periodo formativo de los profesionales sanitarios, y así se hace, pero son todavía excepcionales las facultades que enseñan a acompañar y atender a un moribundo", manifiesta Javier Rocafort, presidente de la Secpal.
--La situación en España
En España, según explica esta sociedad científica, existen 420 equipos específicos de cuidados paliativos, distribuidos por toda la geografía, aunque no de una forma homogénea. "Desgraciadamente todavía no son suficientes, y cerca de la mitad de los enfermos que los precisan, no acceden con facilidad a estos equipos", denuncia Rocafort.
Aproximadamente 250.000 personas cada año precisan cuidados paliativos para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida perdida a causa de una enfermedad avanzada o en fase terminal. Muchos de estos pacientes (más de 5.000 al año) son niños o jóvenes menores de 19 años. Para ellos, desgraciadamente, los recursos específicos son todavía muy escasos (tan sólo tres unidades en España).
Por esto, la Secpal quiere llamar la atención "sobre la necesidad urgente de planificar los cuidados paliativos para niños en España, tal como ponen de manifiesto los informes comparativos internacionales". La intervención de un equipo especializado en cuidados paliativos, tanto en los hospitales como en los domicilios, consigue disminuir la intensidad de los síntomas (especialmente el dolor, la disnea, las náuseas, la ansiedad o el insomnio) al menos en un 60-70%, de forma que se convierten en tolerables. Además, estos cuidados mejoran la comunicación con el paciente, le ayudan a participar en las decisiones, e incorporan a los cuidadores como objetivo de los tratamientos, asegura la Secpal.
La medicina paliativa es una de las disciplinas sanitarias que más ha evolucionado en los últimos 20 años. Actualmente se ha demostrado que la intervención precoz de un equipo de cuidados paliativos puede alargar hasta en 2,7 meses la supervivencia de los pacientes, según un reciente estudio publicado en la revista 'New England Journal of Medicine'.
En España, actualmente Andalucía es la primera comunidad autónoma que ha desarrollado una ley sobre la muerte digna, aunque, en este momento, comunidades como Navarra y Aragón están pensando si hacerlo o no.
En España, según explica esta sociedad científica, existen 420 equipos específicos de cuidados paliativos, distribuidos por toda la geografía, aunque no de una forma homogénea. "Desgraciadamente todavía no son suficientes, y cerca de la mitad de los enfermos que los precisan, no acceden con facilidad a estos equipos", denuncia Rocafort.
Aproximadamente 250.000 personas cada año precisan cuidados paliativos para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida perdida a causa de una enfermedad avanzada o en fase terminal. Muchos de estos pacientes (más de 5.000 al año) son niños o jóvenes menores de 19 años. Para ellos, desgraciadamente, los recursos específicos son todavía muy escasos (tan sólo tres unidades en España).
Por esto, la Secpal quiere llamar la atención "sobre la necesidad urgente de planificar los cuidados paliativos para niños en España, tal como ponen de manifiesto los informes comparativos internacionales". La intervención de un equipo especializado en cuidados paliativos, tanto en los hospitales como en los domicilios, consigue disminuir la intensidad de los síntomas (especialmente el dolor, la disnea, las náuseas, la ansiedad o el insomnio) al menos en un 60-70%, de forma que se convierten en tolerables. Además, estos cuidados mejoran la comunicación con el paciente, le ayudan a participar en las decisiones, e incorporan a los cuidadores como objetivo de los tratamientos, asegura la Secpal.
La medicina paliativa es una de las disciplinas sanitarias que más ha evolucionado en los últimos 20 años. Actualmente se ha demostrado que la intervención precoz de un equipo de cuidados paliativos puede alargar hasta en 2,7 meses la supervivencia de los pacientes, según un reciente estudio publicado en la revista 'New England Journal of Medicine'.
En España, actualmente Andalucía es la primera comunidad autónoma que ha desarrollado una ley sobre la muerte digna, aunque, en este momento, comunidades como Navarra y Aragón están pensando si hacerlo o no.
**Publicado en "El Mundo"
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