"La separación de las culturas científica y narrativa es una manera limitada y simplificadora de entender una realidad que se basa en la pluralidad y diversidad del conocimiento humano", ha señalado el profesor Josep Lluís Barona, catedrático de Historia de la Ciencia de la Universidad de Valencia, durante su intervención en el ciclo "En Tierra de Nadie: Conversaciones sobre Ciencias y Letras", organizado por la Fundación de Ciencias de la Salud por primera vez en la Comunidad Valenciana. El experto ha explicado que "no hay una única ciencia, sino una pluralidad de ellas que responden a planteamientos metodológicos distintos en función de su objeto de estudio".
Desde las ciencias naturales a las ciencias sociales y humanas, todas ellas "contribuyen al conocimiento global de una manera u otra", señala. En este contexto, hay que tener en cuenta que "los conceptos, ideas y puntos de vista aportados por cada una de ellas pueden ser complementarios o diferentes". Asimismo, "hay tópicos propios de cada campo y otros que pueden constituir espacios compartidos". En este punto, "no se puede pretender que el conocimiento humano, tanto general como individual, sea simplemente uno de los dos ámbitos". La idea de que las dos culturas compiten entre sí, siendo el conocimiento científico mejor o más objetivo que el humanístico, es en realidad "una construcción cultural absurda", concluye.
Por su parte, el escritor Luis Mateo, miembro de la Real Academia Española, ha hecho un interesante planteamiento sobre la creatividad en la narrativa. Así, se ha referido a los "poderes del espíritu" como los elementos que sostienen la ficción literaria: la imaginación, la memoria y la palabra. De la primera facultad ha dicho que "todos la tenemos y cada uno la ejercita a su manera". En segundo lugar, la memoria "es una de las facultades más esencialmente narrativas del ser humano, porque gracias a ella se filtra nuestra experiencia de vivir y hace posible que incluso nos contemos a nosotros mismos el cuento de nuestra existencia". Por último, el literato ha distinguido entre la palabra utilitaria y la palabra narrativa o artística.
Hay un espacio de encuentro entre el arte y la ciencia, tal y como ha quedado de manifiesto durante el acto. "La creatividad científica tiene que ver con hechos y medidas, aunque también está nutrida de capacidad de imaginación e invención, memoria y experiencia", ha explicado. "Bien es cierto que la investigación se sostiene en datos comprobables y en datos, mientras que la creación literaria se sustenta en elementos de casi absoluta irracionalidad, al igual que el arte en general". La investigación científica y la creatividad literaria se enriquecen mucho cuando se encuentran. En este sentido, "una de las precariedades del medio educativo español proviene de ese desencuentro premeditado entre las ciencias y las artes".
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