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22 October 2009

Salud sexual y patología dual: dos aspectos fundamentales para el equilibrio mental de una persona

La opinión pública y, en ocasiones, algunos profesionales confunden el uso de alcohol y otras drogas con la adicción, lo que ha conducido a valoraciones de carácter moral. Hoy en día se sabe que son factores sociales los que ponen en contacto a las personas con las sustancias, pero son factores individuales, genéticos, de personalidad y otros trastornos mentales los que desencadenan la adicción.
La patología dual, entendida como concurrencia de trastornos psiquiátricos clásicos y trastornos adictivos, es una de las comorbilidades más frecuentes en la práctica clínica cotidiana. En la actualidad, no es posible desarrollar una correcta praxis psiquiátrica sin aceptar que las conductas adictivas forman parte del conjunto de patologías que integran esta especialidad y que, progresivamente, la forma más frecuente de presentación de la patología mental, especialmente en procesos crónicos, será la de comorbilidad entre múltiples trastornos, incluyendo uno o varios trastornos adictivos.
Según el Estudio Madrid, promovido por la Sociedad Española de Patología Dual y pendiente de publicación, el 76% de los pacientes con patología dual tiene dos o más trastornos mentales. Del 53% de los pacientes que cumplen criterios de diagnóstico de patología dual, el 41% padece riesgo de suicidio; el 32%, episodios maníacos; y el 29% trastornos de angustia. De este estudio se desprende que el 71% de los pacientes con patología dual tiene algún trastorno de personalidad, siendo los más frecuentes el depresivo (25%), el límite (25%) y el paranoide (24%).
Para el Dr. Néstor Szerman, psiquiatra del Hospital Virgen de la Torre, de Madrid, "si ajustamos el diagnóstico desde abuso a dependencia, la patología dual aumenta; es decir, a mayor gravedad del diagnóstico del trastorno por uso de sustancias (uso, abuso, dependencia) la probabilidad de patología dual aumenta. Lo mismo ocurre con algunas patologías mentales, donde la inmensa mayoría de los enfermos que padecen trastorno bipolar o trastornos de personalidad sufren de patología dual".
El contacto de los sujetos con trastornos mentales con sustancias psicoactivas ha ido en aumento en los últimos años, aunque en la actualidad parece estabilizarse. "El avance de las neurociencias ha permitido conocer que la adicción es una enfermedad cerebral como otras. La concurrencia de una conducta adictiva, que debe diferenciarse del uso o abuso de sustancias, es más prevalente en todos los trastornos psicopatológicos, que en la población general. Se puede agrupar en seis grandes categorías diagnósticas sindrómicas: patología dual en ansiedad, depresión, trastorno bipolar, esquizofrenia y trastornos relacionados, trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y en los tres subtipos de trastornos de personalidad. También se incluyen las adicciones comportamentales como el consumo de tabaco, alcohol, benzodiacepinas, cocaína y psicoestimulantes, cannábicos y opiáceos", explica el Dr. Szerman.
En su opinión, "todavía estamos en fases muy preliminares que nos permitan establecer diferencias en función del consumo de distintas sustancias psicoactivas, pero sí hay algunas muy claras, como los trastornos afectivos y ansiosos con el alcohol y los opiáceos, el TDAH con los psicoestimulantes, los trastornos de personalidad del subtipo A y el cannabis".
Los problemas de diagnóstico derivan en el síndrome de la puerta equivocada
El diagnóstico de la patología dual requiere de personal entrenado para ello. La histórica disociación de las redes de tratamiento, una de salud mental y otra de drogodependencias, para un único enfermo ha creado lo que se conoce como el síndrome de la puerta equivocada. El Dr. Szerman explica que este síndrome aparece en el enfermo que deambula de una red a la otra buscando respuesta a su padecer y sufrimiento.
Por esta razón, es importante el diagnóstico longitudinal, ya que el transversal induce a error. "Además de diagnosticar ambas manifestaciones psicopatológicas, es necesario conocer cómo una modifica a la otra induciendo una nueva patoplastia".

-La sexualidad en la Psiquiatría
Otra de las patologías psiquiátricas que tiene cabida en este Congreso hace referencia a los trastornos sexuales. La salud sexual es muy importante para mantener el equilibrio mental de una persona. El Dr. Ángel Luis Montejo, psiquiatra del Hospital Universitario de Salamanca, explica que "el deseo sexual responde a un aspecto neuroquímico-biológico responsable de los niveles de testosterona, estrógenos y endrógenos. En este sentido, una persona que tiene deseo y que no puede ponerlo en práctica por problemas de erección o de orgasmo le genera trastornos de ánimo y afecta la autoestima, lo que suele acarrear dificultades para relacionarse socialmente o conseguir pareja".
Las actuales líneas de investigación en el campo de la sexualidad psiquiátrica están orientadas a la fabricación de medicamentos para combatir los problemas de deseo sexual, de excitación sexual y de orgasmo con la eyaculación, tal y como han puesto de manifiesto un grupo de psiquiatras pertenecientes a la Asociación Española de Sexualidad y Salud Mental en una de las mesas redondas organizadas en el marco del Congreso.
En palabras del Dr. Montejo, "el abordaje de la vida sexual es algo que se debería tener en consideración en todos los pacientes que acudan a consulta; en este sentido, debería tomarse como una exploración lógica y normal, igual que se exploran otros aspectos".

-El estrés, la pedofilia y el cibersexo
El estrés es una situación provocada por acontecimientos externos que hace que cambie el funcionamiento biológico de los neurotransmisores del sistema nervioso. "Uno de los efectos del estrés es el incremento de la prolactina, una molécula que disminuye el apetito sexual y que también puede ocasionar trastornos en la erección, en la lubricación y en la capacidad de llegar al orgasmo", explica el Dr. Montejo. "Muchos pacientes jóvenes a los que se les diagnostica, por ejemplo, esquizofrenia o depresión se niegan a tomar los medicamentos porque aumentan los niveles de prolactina y afecta a su vida sexual". De esta manera, se ha puesto de manifiesto la necesidad de conocer los efectos sexuales de los medicamentos que toman los pacientes.
Otra de las patologías relacionadas con la sexualidad psiquiátrica es la pedofilia. "La única manera de detectar a un pedófilo es o bien a través de investigación policial o a través de una comunicación espontánea del paciente, por esta razón tenemos muy pocos en consulta. Habitualmente lo ocultan porque saben que socialmente está mal visto, pero la minoría que recibe tratamiento reconoce que se encuentra algo mejor y que tiene menos deseo". La prevalencia es siempre mayor en hombres. Es muy infrecuente la pedofilia en mujeres debido a que la testosterona es el motor del comportamiento sexual y es más predominante en los hombres.
Por último, con el desarrollo de las tecnologías de la información y de la comunicación, cada vez son más las personas que practican cibersexo. "La mayor parte vincula sus impulsos sexuales a la red porque piensan que se protege su identidad. No están motivados para ir a consulta pero esta práctica se convierte en obsesión cuando el paciente necesita masturbarse más a menudo de lo normal. El límite razonable está en aquello que hace sufrir a la persona".

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