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29 October 2009

La otra cara del ictus

El programa rehabilitador del ictus es un proceso complejo. "Requiere un abordaje multidisciplinario", explica Esther Duarte, médico miembro de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF). "Inicio precoz, intensidad adecuada, evaluación periódica y participación activa de pacientes y cuidadores", son algunos de los elementos claves de una buena rehabilitación.
Estas conclusiones se recogen en un documento elaborado por la SERMEF –Duarte es la autora-, que se publicará en la revista de la sociedad en enero. Esta guía resalta la importancia de que "en todos los niveles de atención sanitaria y socio-sanitaria, hospitalaria o comunitaria, se debe asegurar la atención de rehabilitación a cargo de un equipo multidisciplinar, coordinada por un médico especialista en rehabilitación".
El documento destaca la importancia de que la rehabilitación después del ictus se inicie precozmente y con la intensidad y especificidad (tecnología, evaluación periódica) adecuadas.
Muchas de las complicaciones inmediatas tras el ictus están relacionadas con la inmovilidad, por lo que "se recomienda la movilización precoz tan pronto como la situación clínica del paciente lo permita", explicó Esther Duarte.
Por otra parte, según el documento de la SERMEF, "el inicio del tratamiento rehabilitador durante las primeras 24-72 horas tras el ictus no comporta riesgos para el paciente". De hecho los pacientes que lo inician durante la primera semana tras el ictus "tienen menor grado de discapacidad y más calidad de vida a largo plazo que los que inician más tarde".
Además, según la experta, "es esencial la participación activa de pacientes y cuidadores en el programa rehabilitador, a través de aulas educativas y otras medidas que garanticen la información, la formación y el soporte tras el alta hospitalaria".

-La segunda causa de mortalidad en España
Un Ictus constituye un trastorno brusco de la circulación cerebral que altera la función de una determinada región del cerebro. En nuestro país el Ictus es la segunda causa de muerte, y afecta cada año entre 120.000-130.000 españoles. De ellas, unos 80.000 fallecen o quedan con discapacidad. Actualmente más de 300.000 españoles presentan alguna limitación en su capacidad funcional tras haber sufrido un ictus.
El documento de recomendaciones de buena práctica clínica sobre el modelo asistencial en la rehabilitación del ictus, basadas en la experiencia clínica y el consenso de muchos médicos rehabilitadores de toda España que la SERMEF ha elaborado también aborda la intensidad del tratamiento rehabilitador. Ésta debe ser "la máxima que el paciente pueda tolerar y esté dispuesto a seguir. En cuanto a su finalización, "se establece en el momento en que no se identifiquen nuevos objetivos funcionales a alcanzar, o cuando el paciente no quiera continuar"
Reinserción en la comunidad
Otra de las cuestiones que aborda la guía es la vuelta a casa tras el ictus, "un proceso complejo y difícil para el paciente y su familia que nunca debe suponer una interrupción de la atención de rehabilitación".
Por otra parte, la guía incide en el hecho de que "las secuelas del ictus no son sólo físicas y emocionales, sino también socio-familiares puesto que en muchos casos se ve afectada la participación del paciente en la vida laboral, ocupacional y lúdica cotidiana". Así pues, el grado de soporte social "modera el impacto que la discapacidad tiene sobre la calidad de vida del paciente que ha sufrido un Ictus". Las asociaciones de pacientes y los grupos de ayuda mutua ofrecen un soporte inestimable a largo plazo que facilita la participación social tras sufrir un ictus.

1 comment:

  1. Sobre rehabilitación tal vez os interese el blog de rehabilitación que mira al futuro

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