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25 June 2009

Deportistas y médicos especialistas señalan la necesidad de la condroprotección en la práctica competitiva

La práctica de deporte conlleva importantes beneficios físicos y psíquicos, pero hay que tener en cuenta que muchas veces se produce un sobreesfuerzo articular que a largo plazo puede pasar factura. La relación entre práctica deportiva y daño condral es un tema que está recibiendo cada vez una mayor atención por parte de la medicina del deporte actual, ya que los estudios realizados muestran que la patología condral aparece en mayor medida, y a edades tempranas en los deportistas, siendo además la primera causa de abandono del deporte.

De ahí que el XVI Congreso Nacional y X Internacional de Medicina General y de Familia de Oviedo se haya dedicado una conferencia al deporte y el daño condral, dentro de la jornada sobre artrosis. En ella, entre otros, ha participado el Director de los Servicios Médicos del Atlético de Madrid y antiguo responsable de la Federación Española de Atletismo, José María Villalón, que ha destacado la necesidad de prevenir y tratar las condropatías mediante condroprotectores. A su juicio, se trata de “una manera de proteger las consecuencias del esfuerzo físico, evitando lesiones y sin incurrir en prácticas de dopaje”.

-El testimonio de los deportistas
“Realmente somos ancianos en potencia”, reconoce el corredor Bruno Toledo, cinco veces mundialista y que en sus mejores momentos llegó a correr entre 30 y 40 Kilómetros al día, o sea 200 kilómetros a la semana. A causa del esfuerzo físico, Toledo sufrió una condropatía rotularia en la rodilla derecha. Gracias a las infiltraciones de ácido hialurónico (Hyalgan®), pudo reincorporarse a la alta competición después de un periodo siguiendo una terapia física y una readaptación deportiva. Las medidas farmacológicas combinadas con dicha recuperación fueron esenciales para que el deportista asturiano siguiera consiguiendo récords a nivel regional y nacional.
Otro corredor laureado e internacional, Alejandro Rodríguez abunda en la importancia de la prevención y el tratamiento de la patología condral. Rodríguez abandonó la carrera deportiva a los 35 años, y anteriormente sufrió una condropatía del cóndilo femoral interno que le obligó a abandonar la competición durante un año. Al igual que Toledo, el corredor Alejandro Rodríguez reconoció que las infiltraciones de condroprotectores suavizaron la rigidez, mejoraron la movilidad y acabaron con el dolor en el plazo de un mes. A juicio de Rodríguez, que inició la práctica del deporte a los 10 años, “es imposible que no haya sobrecarga articular durante tantos años de práctica deportiva”, y por lo tanto, “hay que cuidar la prevención y los tratamientos para este tipo de dolencias articulares”.

-Deportistas candidatos a recibir terapia condroprotectora
Como principales candidatos aparecen los deportistas profesionales o de élite (especialmente en épocas de sobrecarga de trabajo físico, independientemente de si presentan sintomatología o no), deportistas de ocio o fin de semana (a partir de 50 años aproximadamente) y deportistas no profesionales (de 18 años en adelante, tanto aquellos con alta intensidad de trabajo como lo que realizan un actividad de media-alta intensidad).
También son sujetos de especial riesgo aquellos con factores de riesgo como: obesidad (IMC>30), herencia (progenitores con artrosis), edad (a partir de los 50 años), sexo (femenino, menopausia), lesiones previas, enfermedades sistémicas (con afectación reumatológica).

-Cómo prevenir las lesiones condrales en el deportista
Como medidas preventivas, apuntó que la condroprotección -conjunto de medidas farmacológicas y no farmacológicas dirigidas a prevenir, retrasar, estabilizar, reparar o incluso revertir las lesiones del cartílago y/o hueso subcondral- es el mejor tratamiento para prevenir y tratar las enfermedades osteoarticulares.

-Tipos de condroprotección
Este documento recoge los distintos tipos de condroprotección:
Condroprotección en edad de crecimiento: en esta etapa, la calidad genética junto con factores nutricionales y de stress van a determinar el estado del cartílago. En caso de descubrirse factores de riesgo que pongan en peligro el cartílago, deberían ponerse en marcha planes de condroprotección, de entrenamiento, nutricionales e incluso medicamentos.
Condroprotección en rehabilitación: La patología condral requiere una acción individual terapéutica o conjunta fármaco-tecnológica, rehabilitadora, psicológica o con acciones quirúrgicas y su posterior rehabilitación.
Condroprotección farmacológica: este Documento señala como fármaco ideal el que sea eficaz sobre los síntomas, el que sea seguro y el que tenga un efecto positivo sobre las estructuras de la articulación a largo plazo. El condroitín sulfato, el sulfato de glucosamina y el ácido hialurónico cumplen estos 3 postulados, así que están altamente recomendados como tratamiento de la artrosis y la patología condral, según avalan múltiples estudios y su uso ha sido reconocido por las máximas representaciones internacionales y nacionales, como son la EULAR, SER, SEMG, SEMERGEN, SEMFYC, SECOT, la Organización Médica Colegial y el Ministerio de Sanidad y Consumo.
4. Condroprotección asociada a medidas físicas: otros medios fisioterápicos, con los que conseguimos un alivio más rápido del dolor y una mejoría significativa de la capacidad funcional (calor superficial por medio de calor húmedo,...).
5. Condroprotección quirúrgica: lavado y abrasión, estimulación de médula ósea, osteotomías, injertos, ingeniería tisular y artroplastias.
6. Condroprotección génica: transplante de condrocitos, factores de crecimiento en la reparación del cartílago, terapia génica,....).

-Hyalgan®
Hyalgan® es un nuevo concepto para el tratamiento del cartílago, tanto para personas mayores con artrosis como para deportistas con lesiones traumáticas y/o de cartílago. Hyalgan® es un producto natural a base de ácido hialurónico, sustancia constituyente del cartílago articular y del líquido sinovial (líquido presente en el interior de la articulación) tanto del cuerpo humano como de los animales. El ácido hialurónico actúa como amortiguador y lubricante articular, además de reducir la degradación del cartílago articular gracias a sus propiedades farmacológicas. Las personas que padecen artrosis tienen deficiencias en calidad y cantidad del ácido hialurónico de su cartílago articular. Por lo tanto, la administración de Hyalgan® favorece la recuperación del nivel de ácido hialurónico y del equilibrio en el interior de la articulación. Además, proporciona una mejor calidad de vida al ser un tratamiento más natural y más seguro que los tratamientos convencionales (antiinflamatorios, cirugía, etc.). Destaca el éxito que está teniendo en Estados Unidos donde ha sido catalogado como “tratamiento de primera elección frente a la artrosis”.

-Condroitín Sulfato
El Condroitín sulfato es un importante componente de la mayoría de los tejidos vertebrados. Forma parte de los glicosaminoglicanos, que son importantes constituyentes estructurales de la matriz extracelular del cartílago. Condroitín sulfato es un fármaco condroprotector, de acción sintomática lenta, que actúa en las 3 estructuras afectadas en la artrosis: cartílago, membrana sinovial y hueso subcondral.

La eficacia y seguridad de condroitín sulfato se han visto confirmadas con los resultados de estudios clínicos y con el apoyo de entidades de máximo rigor científico, como por ejemplo:
• Condroitín sulfato es eficaz en la disminución del dolor y mejora de la movilidad asociados a la enfermedad artrósica:
o 5 estudios frente a placebo
o 2 estudios frente a AINE
o 3 metaanálisis
• Condroitín sulfato puede controlar la progresión de la artrosis.
o 6 estudios frente a placebo
o 1 metaanálisis
• Condroitín sulfato tiene un nivel de seguridad elevado, superior a la terapia clásica (analgésicos o antiinflamatorios) y similar a placebo.
• Condroitín sulfato no interacciona con otros fármacos (ideal para pacientes polimedicados) al no ser metabolizado por el citocromo P450.
• Condroitín sulfato está indicado para el tratamiento sintomático de la artrosis en una o más articulaciones afectadas (rodilla, dedos y cadera).
• Las recomendaciones EULAR para el tratamiento de la artrosis de rodilla valoran al condroitín sulfato con la evidencia más alta (1A), el mayor grado de recomendación (A) y el mejor perfil de seguridad.
• Las guías de la OARSI, aparecidas en el año 2008, aparece el condroitín sulfato entre los tratamientos con un mayor tamaño de efecto y un nivel de evidencia 1A.
• Según la Sociedad Española de Reumatología (SER), el condroitín sulfato: Disminuye el dolor y mejora la movilidad, reduce la necesidad de analgésicos y AINE y puede controlar la progresión de la artrosis, otorgándole el grado de recomendación A y el nivel de evidencia 1A.
Todos estos datos permiten pensar que se está entrando en una nueva era terapéutica de la artrosis al disponer de fármacos que tratan la base o raíz de la enfermedad. Además, representan una mejora de la calidad de vida de los pacientes artrósicos y una reducción importante en el coste que conlleva esta enfermedad crónica. De esta forma, la terapia condroprotectora debería ser el tratamiento base de la artrosis (tanto en su prevención como en la artrosis instaurada).

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