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21 March 2009

ANEPF: Que la alergia no te amargue la primavera

Aunque oficialmente la primavera no comienza hasta el 21 de marzo, este año la estamos percibiendo mucho más temprano, no sólo por el aumento de la temperatura, sino también por la aparición de los primeros síntomas de la temida alergia primaveral. De hecho, los expertos en alergología ya están advirtiendo a la población que esta primavera puede presentarse mucho más difícil que en años anteriores para las personas con problemas de alergia.
Los causantes de la alergia primaveral son los granos de polen. Éstos se encuentran sobre todo en las plantas con flores, pero también pueden estar presentes en muchos árboles y en el césped de los parques. En general, el polen de los árboles predomina durante el invierno y principios de la primavera, mientras que el polen de las gramíneas es más común en el transcurso de la estación primaveral. Para las personas que viven en grandes ciudades, el riesgo de padecer alergia es aún mayor, ya que a estas partículas se suma la contaminación, lo que puede provocar alteraciones más serias. De hecho, un 82% de los alérgicos vive en medios urbanos, frente al 18% que lo hace en zonas rurales y se ve afectado principalmente por el polen que proviene de los olivos.

Uno de los factores importantes que influyen a la hora de sufrir alergia primaveral es el clima. Por ello, en los días de lluvia los síntomas son mínimos debido al denominado ‘barrido atmosférico’. Por el contrario, el tiempo cálido y con viento favorece mucho más la distribución del polen y, como consecuencia, el aumento de los síntomas.
Alrededor del 20% de la población española sufre esta patología y sus síntomas suelen ser estornudos, conjuntivitis, rinitis (inflamación de la mucosa de la nariz), congestión nasal, tos e incluso asma. Las reacciones alérgicas se producen por una hipersensibilidad del sujeto al polen que se encuentra en el aire. Cuando éste penetra en el organismo a través de los ojos, la nariz y la boca, provoca una reacción inmunológica que afecta principalmente al aparato respiratorio. Es lo que se conoce como rinitis alérgica o fiebre del heno, un proceso caracterizado por síntomas como picor nasal, producción de moco acuoso, estornudos frecuentes, enrojecimiento de la mucosa nasal y congestión nasal y ocular. En algunos casos, puede llegar a provocar dolor de cabeza y malestar general.
Sin embargo, no todas las personas sufren estos síntomas con la misma intensidad y, en ocasiones, se pueden llegar a confundir con los de un simple resfriado. Por este motivo, es conveniente saber reconocer los síntomas propios de la rinitis alérgica.

-Prevenir y tratar
Para impedir en la medida de lo posible la aparición de los síntomas de la alergia es necesario seguir una serie de consejos prácticos, como mantener cerradas las ventanas de las casas y los lugares de trabajo, evitar los parques, jardines y bosques, usar humidificadores y acondicionadores de aire con filtro de polen, huir de los ambientes cargados de humo –que puede agravar la alergia– y de los cambios bruscos de temperaturas o las corrientes de aire frío. Las personas con más propensión a padecer alergia primaveral también deben utilizar gafas de sol e incluso mascarillas para proteger sus ojos y mucosas nasales del polen.
No obstante, no siempre nos es posible seguir estas recomendaciones y los síntomas de la alergia pueden acabar afectándonos. En ese caso, como recomienda Rafael García Gutiérrez, director general de la Asociación para el Autocuidado de la Salud (anefp), lo primero que debemos hacer es acudir a un farmacéutico para que nos aconseje el tratamiento más adecuado. "Si la alergia es leve, el mismo farmacéutico puede recomendarnos una serie de medicamentos que nos ayudarán a combatir los síntomas de la enfermedad, pero si estamos ante un caso más serio, es necesario acudir al médico para que nos prescriba el tratamiento más óptimo", afirma García Gutiérrez.
Para paliar los síntomas de la alergia, siempre y cuando se presenten de forma leve, disponemos de descongestionantes nasales, colirios para el picor de ojos y especialmente antihistamínicos. Estos fármacos se pueden obtener sin necesidad de una receta médica y están especialmente indicados para el autocuidado de la salud, "aunque debemos contar siempre con los consejos del farmacéutico y ser conscientes de que este tipo de medicación sólo se puede tomar durante un periodo de tiempo corto", añade el director general de anefp. En caso de que los síntomas de alergia persistan después de iniciado el tratamiento, aunque sea en forma leve, es recomendable acudir a la consulta del médico.

La Asociación para el Autocuidado de la Salud (anefp), trabaja para mejorar la salud y la calidad de vida de los ciudadanos y para promover el autocuidado responsable de la salud como instrumento idóneo para hacer frente a los problemas de salud leves y transitorios. Esta asociación, creada en 1978, agrupa a las compañías farmacéuticas que fabrican y comercializan medicamentos sin receta, así como un gran número de empresas del sector de la fitoterapia, la homeopatía, la cosmética y los complementos de la dieta.

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